EL GRITO DE LAS MEDUSAS
Por Alfredo Millan @millanfoto MF
Alan Lake se erige como un verdadero virtuoso polifacético, manejando con destreza y aplomo un vasto abanico de disciplinas. No es solo un intérprete, coreógrafo, director y artista visual; más bien, personifica la esencia misma de la versatilidad y el profundo conocimiento en el dominio creativo. No obstante, a pesar de su versatilidad, en la actualidad, Alan Lake centra su pasión y esfuerzo principalmente en la danza.
Con una habilidad incomparable, Lake ha logrado destilar la esencia del «gesto», asimilando el complejo lenguaje del cuerpo humano. En constante búsqueda de innovación, aborda cada nuevo proyecto con el objetivo de propiciar un diálogo único y vibrante. Así, su labor artística se erige como un desafío constante a las fronteras de la creatividad, generando experiencias únicas y cautivadoras que nos impulsan a pensar más allá. En este sentido, el «El Grito de las Medusas» es un ejemplo perfecto de cómo Lake despliega su arte para fomentar un diálogo vibrante y trascendente.
“Abismo en movimiento: La Travesía de ´La Balsa de la Medusa´ Interpretada en Danza”.
Con cada gesto, con cada movimiento, Alan Lake formula una cuestión profunda sobre la interrelación entre arte, cuerpo y movimiento en el contexto contemporáneo. En un impresionante despliegue de habilidad y emotividad, la prestigiosa compañía de danza contemporánea, Alan Lake Factori(e), reinterpreta la trágica escena marítima representada en ‘La Balsa de la Medusa’ de Géricault.
El Grito de las Medusas de Alan Lake. En esta pieza, se brinda una representación llena de matices emocionales y psicológicos. Siguiendo la misma línea, y similar a cómo Géricault capturó no solo la desesperación sino también la esperanza que se desborda en su escena, la presentación de danza intensifica el estudio de estas emociones. A causa de esto, trasciende lo puramente visual para adentrarse en el terreno kinestésico.
Por otro lado, «El Grito de las Medusas» no se limita a ser una representación poderosa que aborda temas como la supervivencia y la desesperación. También establece conexiones simbólicas con la opulencia y el poder en medio de la lucha humana, en una forma similar a la obra de Géricault.
Los cuerpos tensos, adoptando una postura defensiva, ejemplifican la intensidad inherente al reto de representar una de las pinturas más reconocidas e icónicas en la historia del arte. Los cuerpos salpicados se transforman en intensas pinceladas disruptivas, generando efectos visuales sorprendentes que insinúan una sensación de fluidez y metamorfosis.
Sin embargo, el idilio se interrumpe en «El Grito de las Medusas de Alan Lake», donde la música y la iluminación sufren un cambio abrupto y dramático. Los danzantes, a través de movimientos desesperados y caóticos, logran encarnar la tragedia del naufragio con una intensidad que desgarra el alma. Los movimientos contenidos y el contacto físico constante entre los bailarines, evocan sensaciones de claustrofobia y terror.
Continuando con la presentación, la «Batalla por la Supervivencia» se intensifica a través de duelos de danza cargados de tensiones y conflictos. La sección de «Canibalismo y Muerte» es particularmente intensa y perturbadora, con una coreografía que oscila entre lo grotesco y lo desolador, ofreciendo una representación impactante de la degradación humana en su grado más primitivo.
El clímax es alcanzado con el «Rescate», un momento cumbre en el que la música logra un crescendo y los movimientos se tornan frenéticos. La contrastante dualidad entre la salvación y el abandono de quienes permanecen en la balsa nos conmueve hasta el núcleo. La genialidad de la compañía Alan Lake Factori(e) yace en su habilidad para trascender las barreras del lenguaje verbal a través de la expresión corporal.
La danza «El Grito de las Medusas de Alan Lake» se transforma en un testimonio fiel de la condición humana, nos guía en un viaje que navega desde la desesperación y la deshumanización, hasta arribar al puerto de la esperanza. ‘El Grito de las Medusas’ se presenta como un esencial ineludible para cualquier aficionado de la danza y el arte en su totalidad. Provee una visión cautivadora y punzante de la tragedia humana, vista a través del prisma del movimiento y la interpretación.
Es una muestra potente de cómo el arte posee la habilidad de confrontarnos con las verdades más desgarradoras, y a la vez, desencadenar una reflexión profunda. Sin lugar a dudas, esta pieza representa una aportación significativa al panorama de la danza contemporánea. Innegablemente, con cada giro y salto, «El Grito de las Medusas» se erige como un testimonio imborrable del poder del movimiento, una demostración evidente de la capacidad del arte para conmover, desafiar y sorprender. De hecho, esta pieza va más allá de ser una simple actuación, es una exploración profunda de la humanidad a través de la danza.
Se presentó en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
Creación: Alan Lake. Coreografía: Alan Lake, con la colaboración creativa de los artistas.
GRANDES Intérpretes: Kimberley de Jong, Abe Simon Mijnheer, Danny Morissette, Fabien Piche, Sacha Ouellette Deguire, Salomé Janan, Esther Rousseau Morin, Josiane Bernier y Odile-Amelie Peters. Música en vivo: Antoine Berthiaume.
Iluminación: Bruno Matte. Entrenador de ensayo: Annie Gagnon (Montreal). Escenografía: Marilène Bastien y Alan Lake. Dirección de producción: André Houle, Centre de Création O Vertigo – CCOV. Dirección técnica: Antoine Caron. Fotos: Daniel Richard. Coproducción: Centre de Création O Vertigo – CCOV, Danse Danse, La Rotonde et Le Grand théâtre de Québec. Alan Lake Factori (e) – Artista asociado de CCOV para su proyecto Le cri des méduses. Alan Lake Factori (e)



