Por Alfredo Millan
@millanfoto
El acto teatral que construye el pensamiento e investigación escénica desde otra perspectiva y con una proyección poética: intercede al canto, al instrumento musical, al baile regional para transfigurar su marco teórico y plasmar las temáticas política-social para enfatizar la cruda realidad sobre la violencia, el empoderamiento descarado a través del poder fáctico y del conservadurismo en la continua incisión al cuerpo femenino: «asesinadas, acosadas y aterrorizadas», con una humanidad hipócrita y taladrada que calla. Hablemos un poco del poder político y social: –a partir del siglo XVIII, «la biopolítica» ha intentado racionalizar las prácticas regulatorias del cuerpo como pueden ser el control económico, de la natalidad, la mortalidad, la salud, sexualidad y en tiempos contemporáneos de su muerte […]. Michel Foucault y un guiño a su concepto del “biopoder”que nos da una muestra de los efectos que hace relación al poder ejercido sobre el cuerpo –añado– el femenino –en cautiverio– del capitalismo en un poder globalizado. El individuo vive con la creencia de ser informado y no manipulado. No hay independencia, no es dueño de su propio destino, somos figurillas de una verdad impuesta vestida de impunidad que provoca un grado y tipo de violencia que sólo en las novelas de terror se leía.
La propuesta escénica entrelaza estos conceptos pero además nos lleva a la ensoñación de las regiones mesoamericanas y sus tradiciones, a embriagarnos de estos sabores de agave, enfatizar lo valioso que son estos lugares: es la celebración, la tradición, es su gente que en la actualidad lamentablemente viven en la zozobra, en la incertidumbre, del secuestro y del acecho por el “narco-poder”. Un acordeón que llora y se lamenta en el instante que se marca el olvido ante la ignominia de un sistema corrosivo que ha convertido la tierra fértil en cementerio de las almas nobles y suaves con olor a flores.
Una actriz de alto octanaje que monta al “macho cabrío” representado en su esqueleto que aún puede lastimar, es la protesta, el manifiesto de un hartazgo, de un sufrimiento frente a una ofrenda para no olvidar […], para no olvidarte. Se brinda por los caídos pero también por lo que representan. El personaje actuado por Darling Lucas (dramaturgia y dirección), es brutalmente desarrollado, mantiene en todo momento la pulsión creativa y lleva a la concurrencia a sentir todo tipo de emociones, luego entonces, unifica la palabra con el alma. El cuerpo y su lenguaje como una pulsión vital en la conformación de un gran equipo que nos lleva al convivio y a la magia del acto teatral.
Una propuesta escénica dentro del programa del ciclo de Dramaturgias Ambulantes: Artes Vivas. Dirigido por Itzhel Razo.
BROKEN O EL NECROPODER. Dramaturgia y dirección: Darling Lucas. Performers: Darling Lucas y Alejandro Huicochea. Coreografía: Alejandro Huicochea. Diseño y Operación Multimedia: Yoatzin Balbuena. Vestuario: Valeria Paulino. Producción: Colectivo Punta Cometa. Diseño de Iluminación: Leticia Olvera. Música original: Yunani Uscanga. Agradecimiento Especial: Sixto Castro Santillán.